Diego Otero Prada

El trabajo de Jairo Parada  sobre un enfoque plural  y heterodoxo en la economía  es una ocasión para hablar de un tema que requiere abordarse en Colombia, que ya se está tratando en otras partes, pero  en Colombia estamos muy atrasados por la influencia tan negativa de 30 años de neoliberalismo desde los gobiernos de César Gaviria, de Juan Manuel Santos y de su expresión extremista en los gobiernos de Uribe y Duque, que hoy todavía se mantiene y ha permeado hasta en supuestas fuerzas progresistas.

En el continente, otro país, como Colombia, de tradición neoliberal es Chile, modelo impuesto por Augusto Pinochet y seguido por todos los gobiernos sucesivos y que aún con el gobierno de Gabriek Boric no ha desaparecido.

Diría, entonces, que Colombia y Chile son dos expresiones en Latinoamérica y el Caribe donde las fuerzas ortodoxas son las más fuertes.

De ahí que debo felicitar a Jairo Parada por permitirnos abrir este debate sobre los modelos teóricos económicos en Colombia.

En la academia es la primera vez que un nuevo académico presenta un trabajo sobre enfoques heterodoxos, lo cual celebro y espero se repita.

Quiero acentuar algunas de las afirmaciones de Jairo Parada.

Aprecio su énfasis en la necesidad de un enfoque plural, sobre la necesidad de la heterodoxia en la enseñanza.

Habla de dos enfoques en la economía: el enfoque dominante neoclásico con sus variantes y el heterodoxo, igualmente de muy variadas corrientes.

Muy pocas veces se habla en el país de la famosa controversia del capital que acabó con la teoría de la función de producción y el marginalismo, invalidando todos análisis econométricos que parten de una función de producción. Se desconoce el tema en Colombia, y más, que Cambridge Inglaterra (Joan Robinson, Passinetti, Shraffa) ganó la batalla a Cambridge Massachusetts (Samuelson, Solow, Hahn). Jairo nos lo recuerda.

Es cierto que los enfoques ortodoxos utilizan un  uso excesivo de las matemáticas que hacen perder la realidad. Si se  quiere presentar un artículo a las revistas anglosajonas, si no están llenas de fórmulas difícilmente se obtendrá la aprobación para su publicación.

Yo soy econometrista y con una formación de economía matemática, pero reconozco las limitaciones y falencias del uso desbordado que se hace de la matemática entre los economistas ortodoxos

La enseñanza de la economía marxista ha sido casi inexistente en Colombia, con la excepción de algunos pocos centros universitarios  en el siglo XX, pero hoy prácticamente ha desaparecido, aún en la universidad Nacional. En la universidad de los Andes donde estudié nunca se enseñó.

Lo que  más hizo presencia fue el pensamiento cepalino después de la segunda guerra mundial, pero este enfoque desapareció a partir del decenio de los ochenta. Y en mi opinión hay que recuperar este pensamiento.

En la academia tuvimos varias sesiones sobre el tema ¿Es actual Carlos Marx? Allí presenté una investigación  donde abordé los aspectos positivos del marxismo y los negativos referentes a ciertas predicciones, como el derrumbe del capitalismo que  falló por la irrupción del estalinismo. Hay y sigue el debate sobre el tema de la transformación del valor, allí presenté las conclusiones de los estudios de Moseley de 2016 que resuelven el problema.

También se han hecho en la academia foros sobre teorías heterodoxas. El profesor Gabriel  Misas de la universidad Nacional presentó el libro Regímenes de acumulación, que es una aplicación para Colombia de la Teoría de la Regulación, otro enfoque heterodoxo.

Jairo habla de que el fracaso del socialismo real a finales de los 80s contribuyó a marginalizar a la economía heterodoxa y que esta implicaba el apoyo a soluciones socialistas. En realidad, hoy lo que vemos es el fracaso del capitalismo. Hubo soluciones que tendían al socialismo en los países europeos después de la segunda guerra mundial, pero la caída de la Unión Soviética fue un golpe muy desmoralizador, desapareció el enemigo de los Estados Unidos, que concomitante con la aparición del neoliberalismo se inició una etapa de debilitamiento de las corrientes de izquierda y al desmonte de la sociedad de bienestar.

En mi opinión, los actuales partidos social demócratas son partidos neoliberales que rompieron con su tradición socialista, y no son ejemplos, hay que buscar otros movimientos y partidos políticos. Se habla de nuevo del socialismo, por ejemplo, del ecosocialismo y hay diversas versiones de corrientes socialistas democráticas, que no han llegado al país, porque aquí la ortodoxia es muy dominante, aún entre supuestos heterodoxos y movimientos progresistas, ya que aquí no hay partidos de izquierda.

Qué se puede esperar hoy de partidos  como el PSOE de España, sede de bases militares importantes de los Estados Unidos, guerrerista, que ha reconocido la soberanía del Sahara Occidental por parte de Marruecos, desconociendo todas las resoluciones de las Naciones Unidas, por presión del imperio del norte o de la rusofobia irracional de  la primera ministra de Finlandia que ha hecho aprobar negar visas a los ciudadanos rusos.

En el  mundo occidental, en los años treinta apareció Keynes, cuyas teorías fueron distorsionados por lo que Joan Robinson llamó el keynesianismo bastardo que se expandió como una nueva forma de economía neoclásica que predominó hasta  los años setenta, cuando comienza a aparecer el neoliberalismo que se hizo fuerte y predominante en los ochenta con los gobiernos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher y de Augusto Pinochet en Chile.

La crisis del socialismo real en los ochenta y noventa fue un duro golpe para el pensamiento marxista en Europa porque se le achacaba a esta corriente los problemas del estalinismo, cuando en realidad lo que lo que ocurría en este país era algo muy diferente al socialismo, era un capitalismo de estado manejado por una burocracia de origen estalinista.

Pero, con la aparición de Keynes, comenzaron a hacer presencia los llamados keynesianos puros, los post keynesianos y los keynesianos bastardos y últimamente los neokeynesianos. Tuvieron gran importancia los economistas agrupados de las corrientes de Cambridge Inglaterra junto con las diferentes corrientes marxistas que venían del siglo XIX.

Las escuelas heterodoxas son muy variadas. Se tienen a los keynesianos financieros o marshalianos, los que siguen estrictamente el legado de Keynes como Sidney Weintraub, fundador del Journal of Postkeynesian Econiomics, Harold Misnky, Paul Davidson, Harrod, Kaldor, Kregel Lavoie. Los postkeynesianois srafianos que parten del trabajo de Piero Sraffa, Luigi Pasinetti, Piero Garegnani.  Los kaleckianosm , conmo Joan Robinson,  Lance Taylor, Richard Goodwin. Hay postkeynesianos institucionalistas como Galbraith, Veblen, Abba Lerner, Randall Wray.

En los últimos  años se ha desarrolla la  Teoría  Monetaria Moderna  que debe mucho a Keynes, apoyada por buena parte de los economistas postkeynesiana que ataca el  mito del déficit fiscal. Miembros  representativos en la actualidad son Bill Mitchell, Hyman Minsky, James Kenneth Galbraith, Steve Hall, Stephanie Kelton, Michael Hudson, Warren Mosler, Pabvlina Tchenerva, entre otros.

Entre sus promociones están:

El gobierno no es un hogar

Dejar la obsesión  por el déficit fiscal y el endeudamiento externo

Los dos objetivos de la política son baja inflación y pleno empleo y no creen en el banco central “independiente”

Defienden una política de empleo garantizado financiado por el gobierno

La inversión determina el ahorro

El dinero es endógeno

La demanda efectiva determina la oferta

En los enfoques heterodoxos hay de todo: corrientes anti capitalistas, visones de un  capitalismo controlado y regulado; versiones socialistas de diferente tipos; fuerzas reformistas, en fin,  se encuentra de todo, pero hay una crítica a la  economía neoliberal y a los neoclásicos..

La enseñanza de los enfoques heterodoxos es fundamental en todas las ciencias sociales, no solamente en la carrera de economía, Hay que incluir cursos  de las corrientes heterodoxas, abrir espacios para foros, seminarios, conferencias, financiar revistas e investigaciones  teóricas y de aplicaciones de las corrientes alternativas.

Sí, se requiere nuevas fuerzas políticas de izquierda que desarrollen en el mundo las ideas heterodoxas desde el keynesianismo hasta el marxismo. La influencia de la ortodoxia es muy fuerte  en los llamados progresismos, que se disfrazan de progresismo liberal, pero en lo económico son neoliberales. Ejemplos, los partidos socialdemócratas actuales que son neoliberales hasta los tuétanos. Ejemplos todos los partidos actuales socialdemócratas europeos, el Psoe de España, el laborismo inglés, la socialdemocracia alemana, la filandesa, la sueca, la noruega,… En Latinoamérica el socialismo chileno, el albertismo en Argentina, el Frente Amplio en Uruguay,..

 En cuanto al socialismo, hay nuevas variantes como el eco socialismo  que integra las ideas del socialismo y el ecologismo, que mezcla justicia social y económica verde desde un  punto de vista postcapitalista. Los ecosocialistas piensan que el capitalismo es un sistema dañino para el medio ambiente y la sociedad. Creen que la única manera de parar el cambio climático es acabar con el capitalismo.

Entonces, se requiere que las ideas antineoliberales sean apropiadas por partidos políticos  de izquierda para que tengan preponderancia, porque de lo contrario estas ideas quedan restringidas a círculos minoritarios, ahí en las universidades, y no salen a la luz y son apropiadas por la ciudadanía.

Por, supuesto, es clave que los heterodoxos tengan influencia en los círculos universitarios para que las ideas puedan convertirse en fuerza política.

El panorama en Colombia es muy negativo porque la ortodoxia domina los claustros universitarios, con excepciones, por supuesto. Las universidades públicas en los sesenta y setenta eran centros importantes de estas concepciones, pero fueron perdiendo fuerza y penetradas por las corrientes neoclásicas, a la par con el triunfo del neoliberalismo en el mundo en los noventa.

Es necesario en esta lucha tener nuestras propias visiones y teorías latinoamericanas como lo fue  el pensamiento de la Cepal bajo la influencia de Raúl Prebisch, que se perdió desafortunadamente, y hoy no se ve que esta entidad cumpla un papel en ese sentido.

La Academia  realizó varios foros sobre la enseñanza de la economía. En uno de ellos propuse, con base en  la experiencia como profesor, decano y rector un cambio en el currículo que incluyera cursos de marxismo, postkeynesianismo y otras corrientes heterodoxas. Y cursos sobre economía, historia y política de Latinoamérica y el Caribe porque  un nuevo concepto propio debe estar asociado a Latinoamérica. Aquí se conoce más de la historia de Estados Unidos y Europa que de nuestro continente. Hay que abandonar el eurocentrismo, el coloniaje, la dependencia  cultural y tecnológica del capitalismo globalizador y neoliberal, aunque hoy  la globalización está casi muerta por el Covid-19 y la guerra entre la OTAN y Rusia.

A pesar de algunos comentarios  que he hecho que se desvían de lo que dice Jairo Parada, su trabajo está lleno de muchas verdades que deben servir para estimular a nuestras universidades para romper con el paradigma neoclásico. 

Lo felicito  y celebro la audacia para presentar unas ideas que son un reto para el paradigma dominante y que no son venidos en nuestro capitalismo  excluyente.