Dos temas confusos: Ucrania y la transición y el decrecimiento

Ricardo Chica Leave a Comment

 PDF ImprimirEl tema de Ucrania se ha vuelto confuso porque un mismo proceso, su vertiginoso avance en el Oblast de Kharkiv, ha conducido a proclamas de victoria ucraniana y colapso ruso en occidente; y un reporte de un retiro ordenado por parte de Rusia. El otro tema, el de la transición energética, está confundiéndose por la incompetencia de la ministra Vélez (quien anuncio importación de gas de Venezuela para evitar explotarlo acá[1]) en el manejo de un tema de una complejidad técnica que requiere a un especialista como los exministros Mesa o Cárdenas.

1. Confusiones sobre Ucrania: ¿Qué paso y que está pasando? si es el vertiginoso avance que derrotará a Rusia, o si es una retirada rusa para reforzar el sur para proteger Mariupol y Kherson, solo lo sabremos en un par de semanas. Ucrania logró una victoria política/propagandista monumental. No es tan claro que militarmente: lo fue tácticamente, pero no estratégicamente dada las perdidas severas en tropas. En Kherson donde los rusos si resistieron las pérdidas fueron 5:1 (WPost); en Kharkiv los rusos las evitaron. No es cierto que los rusos hayan huido despavoridos como lo presentan los medios occidentales. Se retiraron ordenadamente protegiendo vidas y equipos como suelen hacerlo, en contraste con los ucranianos, que pierden tropas a tasas insostenibles atacando o defendiendo. Es plausible que, aunque ya habían decidido retirarse, por carencia de valor estratégico de largo plazo de la zona y presiones más urgentes en el sur, los rusos hayan sido sorprendidos por lo vertiginoso del avance ucranianos; o que la CIA haya enterado a Ucrania de los planes rusos de mover sus tropas al sur, lo que los ucranianos aprovecharon y presentaron como arrasador. Fue un avance ucraniano, agenciado por OTAN que diseñó, dirigió con comandantes de sus países, armó y realizó con tropas entrenadas por ellos con su armamento sofisticado y mercenarios exalumnos de cursos en USA (seguramente habrán colombianos), lo cual se aprecia en los resultados[2]; y una derrota rusa, desde luego, pero cuál será su resultado no se puede saber en este momento. Los rusos bombardearon las plantas eléctricas para sabotear el transporte de tropas ucranianas al sur donde se avecinan las batallas determinantes de la guerra por Mariupol y Kherson (donde la contraofensiva ha fracasado).

¿Perdieron los rusos en 2 días lo que habían ganado en 2 meses? ¿Significa esto que la guerra la van a ganar los ucranianos? No, significa que van a poner más muertos para que USA avance en su objetivo enunciado de debilitar a Rusia. Y la prolongación de la carnicería para beneficio del hegemonismo unipolar americano no es el único costo impuesto a Europa. La jugada maestra incluye destrucción de sus economías, particularmente la alemana, su competencia en Europa. Por todos lados salen ganando (sin grandes costos: los ucranianos quedaran clavados por generaciones pagándoles créditos), y le van a vender gas más caro (LNG) a los europeos; y estos clavados, hipnotizados de que se tratan de una cruzada de la democracia contra el autoritarismo. Ya las poblaciones se están empezando a levantar por encontrar incomprensible lo incomprensible: que, como lo declaró la ministra alemana, primero están los ucranianos que sus electores.

Ha emergido un documento de la Rand Corporación (el más importante tradicional think tank de análisis estratégico para el gobierno americano), el cual permite desenmascarar la manipulación de los europeos por parte de USA. Es bueno considerarlo porque evidencia otra confusión sobre Ucrania, aquella en la cual están sumidos los europeos. Enviado a la CIA, WH y NSA en enero, su título lo dice todo: Debilitando Alemania y fortaleciendo USA. Diseña una estrategia para desestabilizar Europa colapsando la economía alemana, la cual vienen implementando con su provocación a Rusia cruzando la línea roja[3] desde el anuncio en Bucarest 2008 y el  golpe organizado por la CIA en 2014 cuando se inició la guerra con la agresión del nuevo gobierno pro occidental contra las poblaciones rusas de las repúblicas del Dombas, forzando a Putin a invadir para protegerlas e impedir la presencia plena de armamento de OTAN en Ucrania. Es aterrador como los europeos, en particular los alemanes se están enajenando en su obediencia a los designios de USA para su propia destrucción como polo geopolítico independiente mediante la destrucción o desestabilización de sus economías.

2. Confusiones de la ministra Vélez, las cuales parecen provenir de su incapacidad de mirar los problemas en una perspectiva diferente a la ambiental[4]; lo cual es perfectamente ejemplificado por su salida del decrecimiento, una confusión que vale la pena aclarar por significativa. Desde luego ese es un tema importantísimo como discusión académica y global sobre los límites y catástrofes del capitalismo o el cuidado de la casa común (Francisco). Pero fue un desubique de la ministra y de su defensa por Petro. Es un problema de pertinencia, de traer un tema[5] interesante por sí mismo, pero irrelevante en una discusión de política sectorial especifica en LA. Ese es el problema, el uso de slogans académicos impertinentes para el problema específico en cuestión (como lo hacía para Minciencias); confundir una discusión de una determinada política, en un país con pobreza/marginalidad/informalidad masivas, con un seminario internacional o un foro de las NU.

Lo único que permite superar esa pobreza/marginalidad es el crecimiento; este no es suficiente, pero es necesario. Aunque el problema casi más que de crecimiento (imprescindible si la pobreza urge y una redistribución no es viable en el capitalismo neoliberal) es de patrones de crecimiento: el crecimiento no es suficiente por sí mismo; para que las resuelva necesita ser regulado para que sea inclusivo (sea desarrollo); y para que no tienda a desbastar depredadoramente recursos naturales como lo está haciendo, dada la voracidad consumista característica del capitalismo avanzado (ejemplificada por el americano). Pero cambiar y moderar este patrón inherente al capitalismo (mas globamericanizado) es un problema de coordinación y regulatorio que está sobrepasando las instituciones existentes; lo que está desembocado en la catástrofe ambiental y climática a cuyo freno poco puede contribuir un planteamiento académico aislado en un país subdesarrollado, precisamente por ser un problema de coordinación global que requiere de una institucionalidad global. Disminuir el crecimiento no es lo mismo que detener la deforestación local (como pueden creerlo algunos ambientalistas), esto disminuye ingresos a particulares depredadores, pero desde el punto social tiene una alta rentabilidad; disminuir el crecimiento no beneficia a nadie, salvo al medio ambiente global, pero genera enormes costos para los pobres locales. Es necesario distinguir entre costos/beneficios locales/globales y sociales/privados.  A menos de que se trate de un foro ambiental global o académico, decrecimiento es una noción irrelevante en una discusión de determinada política sectorial en/para países en desarrollo (claro, surgió entre filósofos europeos), en los que urge reducir la pobreza

El tema del decrecimiento no tiene nada de novedoso en economía, es solo una etiqueta efectista de unos filósofos para un problema tan viejo como la economía política (Malthus): los límites del crecimiento. La economía se concentró a partir de A Smith en otro problema: las fuentes del crecimiento. Con excepciones como la teoría marxista de las crisis y el imperialismo el problema de los limites tuvo que esperar al pesimismo entrópico de Georgescu Roeguen (escasez de los recursos naturales) y al Club de Roma (los límites del crecimiento) al que siguió el modelo de MIT. Y ahora con la economía ambiental adquiere un renovado interés; de manera que en realidad el decrecimiento no pasa de ser un revisitar el (denominado por sus críticos) alarmismo ambiental del club de Roma, la suma de la tradición de los límites del crecimiento y de la urgencia de la conservación ya presentes en ese análisis.

Es desde luego un planteamiento importantísimo (implícito a la preocupación por disminuir las emisiones de carbono) más cuando la miopía del mercado descuenta severamente el futuro y cuando esta miopía y la falla de coordinación más catastrófica de la historia está determinado que pasaremos rápidamente del 1.5 gc, el tipping point para el desencadenamiento de procesos desbastadores[6]. Pero la intuición es obvia:  intentar crecer indefinidamente, como lo asumen los modelos de crecimiento Neoclásicos es suicida. En realidad, en esos modelos el proceso tiende a detenerse a consecuencia de los rendimientos decrecientes a los factores (el temido estado estacionario de la economía política clásica), aunque el agotamiento de los recursos naturales no recibía una consideración adecuada por esta vía de los rendimientos decrecientes. Pero el crecimiento era sostenido por el cambio técnico por el cual la función de producción se desplazaba a diferencia de los desplazamientos sobre esta que reflejan estos rendimientos[7]. Una confianza que comparten quienes niegan que caminamos a una catástrofe planetaria porque la innovación tecnológica hará obsoleta la escasez.

La pregunta es qué tan relevante es el tema para una discusión de política sectorial de un país exportador de materias primas con unos niveles de pobreza y marginalidad severos; y si un foro sobre esa política en un sector primario crucial para el crecimiento es el contexto adecuado para plantearlo. Pero el problema de fondo es que la perspectiva ambiental puede anular todo otro aspecto de la problemática, un problema que emerge con claridad en el manejo alemán de la transición energética.

La primera lección que deja el proceso alemán es no ceder al fundamentalismo ambientalista, que en su fanatismo irracional impuso el absurdo cierre de las centrales nucleares, incluso en la situación actual de regreso al carbón (por oposición a Francia que no enfrenta ningún problema). Es tal el absurdo que los demás miembros de la UE están furiosos de que Alemania hable de solidaridad y de costos compartidos cuando en este momento crítico va a seguir adelante con la desactivación de sus dos últimas plantas a pesar de sugerencias en contrario dentro del mismo gobierno alemán (afectado por el fundamentalismo verde dentro de él).

Hay otras importantes lecciones sobre qué evitar, desde luego: No pensar en el largo plazo, no tomar un atajo fácil que en el más largo puede resultar muy costoso (gas ruso). Consiguientemente, no dejarle este manejo al mercado, cuya miopía debido a la priorización de los beneficios de corto plazo, la cual incluye el descontar severamente el ingreso/consumo futuro, no conduce a la mejor solución desde el punto de vista social, sino a ganancias extraordinarias para las compañías del sector (las que quiere gravar Labour en Inglaterra con el windfall tax para financiar el apoyo a los hogares)[8]

El fundamentalismo ambientalista es un peligro real cuando una activista ambientalista sin mayor entendimiento del macro problema energético está de ministra del ramo; lo cual es responsabilidad (irresponsabilidad) de Francia por meter a un ministerio tan complejo técnicamente a tal activista ambiental, acaso fundamentalista.

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[1] En realidad, estaría muy bien de ministra del medio ambiente o manejando la sección de minas y energía dedicada al impacto ambiental de la minería y la relación con las comunidades, pero no tiene entendimiento sobre un tema de una complejidad técnica como el de la transición energética.

[2] Esta ya no es una guerra proxi usando a Ucrania, es una guerra OTAN Rusia.

[3] En realidad, la cruzaron en 2008 en Bucarest en donde la Sra. Merkel advirtió que la anunciada integración de Ucrania a la OTAN era una declaración de guerra contra Rusia. Lo cual reforzado por el embajador en Rusia Burns (hoy director de la CIA) quien advirtió que para todos los círculos de opinión en Rusia eso era una agresión intolerable (para pasar a gestionar la agresión, agudizada por Biden, desde la CIA).

[4] Dijo que el objetivo del ministerio que tiene que gestionar un problema técnico de la magnitud de la transición energética. es la justicia ambiental.

[5] Limites del crecimiento (Club de Roma) presente en Georgescu Roegen o en la crítica marxista al capitalismo/Marcuse; incluso popularizado por Francisco.

[6] Mas cuando COP26 se fue por el caño con el retorno al carbón por la crisis energética boomerang precipitada por las sanciones contra Rusia

[7] En los postkeynesianos los rendimientos son crecientes al menos en la etapa de despegue y si eventualmente se tornan decrecientes un nuevo ciclo es también iniciado con el cambio técnico en el que nuevamente priman los rendimientos crecientes; aunque en estos modelos la dinámica de causación circular acumulativa gracias al efecto de la demanda sobre la productividad (Ley de Verdoorn Kaldor) genera crecimiento auto sostenido (de nuevo en abstracto de la escasez de recursos naturales).

[8] Por oposición a la nueva Thatcher quien quiere bajarle más los impuestos a las empresas para salir de la recesión, cuando está probado que es falso que esas reducciones se financian a sí mismas por incrementar la inversión y el crecimiento.

Ricardo Chica

Foto tomada de: RTVE.es

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