El presidente electo propone el fin de las AFP y cobrar más impuestos progresivos. El plan también incluye la creación de un Banco Nacional de Desarrollo, reducir la jornada laboral, instalar una empresa estatal del litio y terminar con las Isapre (compañías de la salud privada) para construir un Sistema Universal. La derecha se prepara para resistir los cambios.

La reforma tributaria, en uno de los países más desiguales de América latina, y del sistema previsional, donde por décadas hubo saqueo de las Administradoras de Fondos de Pensión (AFP), asoman como dos grandes ejes del programa económico del presidente electo de Chile, Gabriel Boric.

Más allá de lo técnico, habrá una puja política en el Chile que arranca el 11 de marzo de 2022, que en rigor alumbró en la rebelión contra el modelo liberal en 2019, que parió la Constituyente que propondrá una nueva Carta Magna también el año que se aproxima. Es que, de lo que se tratará, y en eso se irá la suerte del nuevo y joven mandatario, es de ver si el pueblo chileno está a favor de cambiar de cuajo el modelo que impuso a sangre y fuego el dictador Augusto Pinochet y sus Chicago boys.

A juzgar por el resultado electoral, más de 44 por ciento sigue añorando ese modelo, sin contar con que en primera vuelta la derecha consiguió muchas bancas en el Parlamento entre todas sus facciones, lo que hará valer para frenar lo que atente contra su razón de ser: la propiedad y el control de las riquezas del país por parte de una elite muy consolidada.

Tres ejes de gobierno

El ex socialista (PS) Marcelo Díaz, exembajador en Argentina, forma parte del equipo político de Boric, podría ser parte del Gabinete y dijo a Cash: “Hay tres ejes que seguiremos: una reactivación con sello verde y morado (es decir con inversiones para una nueva economía ambiental y una generación de empleos priorizando a la mujer), una reforma del sistema de AFP y otra en Salud, donde ya no sea uno completamente discriminado entre ricos y pobres”.

Elisabeth Gerber, una de las directoras de la Fundación Chile 21 y académica de la Universidad de Santiago de Chile, agregó: “El desafío de Boric (el frente fiscal, la relación Estado-mercado, la redistribución de la riqueza) es en el fondo político, pues las medidas que se tomen ponen en jaque la hegemonía del mercado y tocan intereses del establishment, como el impuesto a la riqueza y las regalías mineras». 

Mencionó además que «esto requerirá acuerdos políticos en el Congreso, en donde no hay mayorías, y habrá un nuevo actor contrario a tales cambios que tiene un considerable bloque ultraconservador/republicano. A su vez, la alta votación de Boric y el récord en participación electoral hablan de un fuerte respaldo ciudadano al proyecto transformador”.

José Cárcamo, economista chileno y profesor en la Universidad de Buenos Aires, destacó un párrafo del discurso de Boric el día de la victoria, el domingo: “El crecimiento económico que se asienta en una desigualdad profunda tiene pies de barro”. Añadió que “año tras año en términos de Desarrollo Humano según la ONU Chile desciende lugares por la enorme desigualdad en la distribución del ingreso, del acceso a la salud, a la educación y a una jubilación digna”, temas que serán ejes de la próxima administración que reunirá a las fuerzas del Frente Amplio y del Partido Comunista, con apoyo de algunos sectores de la exConcertación.

Dos objetivos principales: AFP e impuestos

Dos expresiones superlativas del Chile moderno pero desigual han sido, de Pinochet para adelante, el sistema de jubilaciones privadas y la regresión tributaria. Ambas consolidaron un modelo que los neoliberales mostraban como exitoso, pero que escondía la raíz de una ostensible injusticia social con beneficio para pocos.

Marco Kremerman, investigador de la Fundación Sol y uno de los mayores estudiosos del tema AFP en Chile, precisa que existen apenas 7 grupos ese negocio: MetLife, Prudential y Principal, de Estados Unidos; Capital, del grupo Sura de Colombia; Háitat, de capitales chileno-estadounidenses; y dos locales más chicas, Modelo, del grupo Sonda de la familia Navarro, y Uno. 

Explicó a Cash cuáles son las ideas de Boric respecto al sistema previsional, señalando que habrá dos campos de acción. «Por un lado, de inmediato un piso garantizado de 250 mil pesos chilenos (un 70 por ciento del salario mínimo actual en Chile, que equivale a 400 dólares) para todos los pensionados, sin depender de ningún aporte previo. Arrancará abarcando a 20 por ciento de los más pobres hasta cubrir todo el espectro».  

Según Kremerman, al «no estar integrado al sistema de contribuciones particulares», y por lo tanto ser cobrado por todo el mundo, prevalece un patrón desigual, ya que lo cobrarán tanto el que no recibía nada antes como el que ya cobra una pensión por AFP. De hecho, el presidente saliente, Sebastián Piñera, y hasta las empresas administradoras de los fondos aceptaban un aumento, aunque menor.

Hoy, de todos los chilenos con edad de pensionados solo están cubiertos 60 por ciento del padrón, y con un haber básico de 165 mil pesos. Por lo tanto, esta medida mejorará la situación.

El segundo eje de la propuesta jubilatoria de Boric es más moderada que la que el Frente Amplio tuvo en la anterior elección presidencial (cuando salió tercero con la candidata Beatriz Sánchez y por poco no ingresó al balotaje), y que era y es apoyada por la Coordinadora de Trabajadores No Más AFP, dijo el experto. Se trata de avanzar contra las AFP tras la suba del haber jubilatorio y demandará acuerdos en el Congreso, donde la izquierda (ni la derecha) no tiene mayorías, lo que obligará a permanentes negociaciones. 

Cómo será la reforma previsional

La reforma arrancaría subiendo el aporte de 10 a 16 por ciento por parte del trabajador (en Chile, el empleador paga muy poca carga social, ni se acerca al 50 por ciento que recomienda la OIT). «Con ese dinero adicional se financiará el nuevo sistema público al que se vayan traspasando los fondos de las AFP, que solo quedarían para quien quiera aportar a ellas voluntariamente. Pero la propuesta no tiene beneficio definido (no se sabe qué porcentaje del haber activo se cobrará cuando se pasa a condición de pasivo), sino aporte definido», apuntó Kremerman.

Señaló que habrá dos campos: «uno colectivo y otro de cuentas individuales, lo que no era la idea original del Frente Amplio. Un sistema mixto donde se mantenga la capitalización individual le puede generar dos tensiones a Boric, tanto de los Fondos de Pensión que se resistirán como de grupos opositores a una reforma que no sea total».

Para Fernando Carmona, que proviene del PC y es parte del equipo económico de Boric, la reforma previsional se enlaza a la discusión de la nueva Constitución. “La de Pinochet, que rige aún, no habla de seguridad social y por eso abrió el camino a las AFP. Esperamos que la nueva Carta Magna establezca que los fondos previsionales deben ser de la seguridad social y que eso sea una guía para la reforma. Ayudará a que el trámite en el Congreso, aunque difícil, sea más expedito y dejará fuera de lugar, salvo aportes voluntarios, al sistema actual”. También dijo a Cashesperar «que el stock acumulado por las AFP pasen gradualmente al sistema público».

Cuáles son las propuestas impositivas

El problema será en el Congreso. Díaz comentó que el próximo oficialismo tendrá por sí misma mayoría simple en Diputados, pero en el Senado hay 25 contra 25, por lo que sí o sí se necesitará quebrar al menos mínimamente al bloque de la derecha. Además, cuentan mayorías especiales en un sistema muy complejo según el proyecto de ley que se vote, con 2/3, 3/5 y 4/7 de los votos. Por ese lado no serán fáciles las reformas y dependerá de la presión popular.

El otro gran eje con que Boric espera hacer cambios reales son los impuestos. Todos los entrevistados los enumeraron de la siguiente manera: 

* Un nuevo esquema con más regalías mineras, es decir conseguir más recursos del sector más rentable de la economía de Chile.

* Reformulación del impuesto a la renta, que hasta ahora las grandes fortunas empresarias diluyen al no distinguirse utilidades corporativas de ganancias personales.

* Quita de exenciones y subsidios al combustible y a otros sectores, como a la compraventa de acciones, entre otros.

* Impuestos a los superricos y a la herencia.

Qué hacer con las regalías de las mineras

Carmona, Cárcamo y Kremerman coincidieron en el dato que marca la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, de la que Chile es miembro): el país luce el peor registro en impuestos a la renta y al patrimonio.

La diputada Camila Vallejos presentó al Parlamento una reforma para intervenir en esa situación y no prosperó. «Se puede volver a intentar», dijo Cárcamo. También apuntó, como Carmona, a que las regalías mineras existen pero son muy bajas. «Debería subir mucho y destinarse a la reparación de los daños ambientales», sostuvo.

El tema es un ejemplo de lo que intentará frenar la derecha en Congreso, incluido el partido de Piñera, investigado por negociados y evasión fiscal en el caso de la mina Dominga: para aprobar cambios en ese esquema se necesitan 3/5 de los votos en ambas cámaras legislativas.

Según Gerber, la reforma tributaria es clave también para aumentar los gastos para Ciencia y Tecnología, que son muy bajos en Chile respecto al PIB (0,2 por ciento) y que son “necesarios para la transformación productiva y para retomar el dinamismo económico aprovechando los recursos naturales de modo compatible con el medio ambiente y potenciando la investigación e innovación en nuevos sectores». 

Señala además que en esta cuestión «entran en tensión tres necesidades: redistribuir riqueza, financiar el programa de gobierno (estimado en 12.500 millones de dólares) y reducir desequilibrios fiscales. Como porcentaje del PIB, nuestra recaudación está muy estancada respecto de otros países de la OCDE».

Kremerman, a su vez, sostuvo que «la reforma impositiva es el corazón del problema de Chile. Hoy la presión impositiva alcanza apenas 20 por ciento del PIB. Debería llegar a 28 ó 30 por ciento en el período de dos gobiernos. El programa de Boric busca subir 5 puntos en su mandato. Además, la carga de la recaudación se da en el IVA y no en los impuestos progresivos a las rentas y utilidades, y la evasión fiscal es alta».

Otras medidas de cambio radical de modelo

El denominado «mercado» no le dio una buena bienvenida a Boric. El lunes siguiente a su victoria, cuando los festejos populares eran frescos, el dólar pasó de 840 a 874 pesos y la Bolsa de Santiago abrió en baja de 7,45 por ciento, liderada por las caídas de las acciones mineras, y mantuvo esa tónica negativa a lo largo de toda la rueda, el más acentuado retroceso desde cuando también la izquierda se impuso en la Constituyente.

Al nuevo Presidente, que además quiere crear un Banco Nacional de Desarrollo, reducir la jornada laboral, instalar una empresa estatal del litio y terminar con las Isapre (compañías de la salud privada) para construir un Sistema Universal de Salud, los medios dominantes ya le marcan la cancha «nombrándole» a sus principales colaboradores en lo económico. 

¿Andrea Repetto a Hacienda, en cuyo caso sería la primera mujer en ese cargo? ¿Roberto Zahler en el Banco Central? Aunque son rumores, marcan que el establishemt quiere a exfuncionarios de la Concertación Democrática que gobernó Chile sin cambiarlo demasiado con Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La exCD se acercó a Boric en el tramo final de la victoria, lo cual por cierto ayudó en el frente electoral para el balotaje. 

Otra pelea que agitan o inventan es el conflicto entre moderados socialdemócratas e insurreccionales del PC, como hace la reacción allí donde haya alianzas populares: buscar dividir, una opción que fue trágica para Salvador Allende, a quien Boric citó en su discurso. Un escenario desafiante para el joven que llegó del remoto sur chileno.

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