Como ciudadanas y ciudadanos liberales y progresistas, declaramos nuestro apoyo a los lineamientos de la propuesta económica y social del Pacto Histórico. Aunque este apoyo no debe entenderse como excluyente de algunos disensos en la propuesta minero-energética, de salud y sobre temas de género, libremente expresamos nuestras coincidencias en los siguientes términos:
- Coincidimos en que el marco institucional de la propuesta debe ser la Constitución Nacional. Sugerimos como referente articulador los Acuerdos de Paz de La Habana, las normas constitucionales y legales que los desarrollaron y las que, aún están pendientes por ser tramitadas, en materia de tierras, víctimas, justicia transicional y la sustitución social de cultivos.
- El objetivo genérico de la igualdad que plantea la propuesta tiene que ver con la corrección de asimetrías sociales (género, étnicas, campesinas, territorio y salarios, entre otras), la superación de los niveles de pobreza extrema agravados por la reciente pandemia, la redistribución del ingreso y el compromiso del Estado por concretar la provisión de bienes sociales como educación, salud, vivienda y alimentos.
- Para alcanzar la universalización social y el combate sin contemplaciones contra la desigualdad, se deben tener en cuenta políticas públicas de focalización como el SISBEN (con ajustes necesarios que excluyan a quienes no cumplen con los parámetros), la Sustitución Social de Cultivos ilícitos, el sostenimiento de redes de solidaridad social, el plan de empleo garantizado, la pensión mínima y sistemas solidarios de cooperación para superar la informalidad.
- Hacemos especial énfasis en el reconocimiento de la economía del cuidado y la autonomía económica de las mujeres como prioridad, así como en la generación de empleo como instrumentos de inclusión social efectiva. No puede haber igualdad real sin que medie un enfoque diferenciado de género en cada una de las políticas públicas sin distingo sectorial. Paridad e igualdad de género deben ser signos inconfundibles del Pacto Histórico.
- Apoyamos la reindustrialización de sectores sustentables basados en la economía del conocimiento y la inteligencia artificial y el desarrollo de cadenas sociales de valor que, a través de encadenamientos productivos reduzcan la desigualdad y generen bienestar.
- Coincidimos plenamente en el énfasis otorgado en la propuesta de la recuperación productiva del campo colombiano, a la capacidad de producción y distribución de alimentos. Apostamos por la necesidad de mejorar, dentro de un nuevo concepto de ruralidad la situación del campesinado colombiano. La aplicación del punto 1 del Acuerdo de La Habana, debe ser prioridad de la transformación del campo. Especialmente en relación a la titulación de tierras, las zonas de reserva campesina, el catastro multipropósito y la sustitución social de cultivos ilícitos.
- Por la protección de la vida, apoyamos la necesidad impostergable que, coincide con la preocupación del mundo respecto al cambio climático, de iniciar un proceso de transición ecológica que incluya el desarrollo de energías limpias, la descarbonización de la economía, la protección de las reservas de aguas, la conservación de la biodiversidad y la normalización de la pequeña minería. Este proceso es gradual y no puede llevarse a cabo de manera abrupta, y sin considerar las necesidades sociales de quienes viven de actividades extractivas.
- Conscientes de que la propuesta demanda recursos económicos apoyamos una reforma tributaria progresiva, eficaz y transparente que grave en mayor medida a quienes más tienen, elimine deducciones y penalice la evasión para combatir, en su origen, los grandes casos de corrupción. La política económica no puede seguir siendo la hermana mayor de la política social.
- En materia de política exterior apoyamos con convicción y tal como lo establece la Constitución, el restablecimiento inmediato de relaciones con todos los países latinoamericanos y la reactivación de los procesos de integración regional que fueron abandonados por razones ideológicas. El fortalecimiento del multilateralismo debe ser una tarea impostergable.
- Consideramos que, un gobierno del Pacto Histórico no supone una amenaza para: el régimen de propiedad privada, las garantías para la inversión extranjera, la independencia de poderes y el pluralismo.
FIRMAMOS
- Cecilia López Montaño, economista
- Alonso Gómez, Médico
- Gonzalo Sánchez, Abogado y filósofo
- Miguel Samper, Abogado
- Laura Gil, Internacionalista
- Mabel Lara, periodista
- Juan David Correa, escritor y editor
- Gabriel Misas, economista
- Ángela María Robledo, Sicóloga
- Jorge Iván González, economista
- Eduardo Díaz Uribe, economista
- Fabio Giraldo, economista
- Consuelo Corredor, economista
- Alicia Puyana, economista
- Diego Otero, economista
- Luis Carlos Reyes economista
- Rubén Sánchez David, politólogo
- Mauricio Jaramillo Jassir, internacionalista
- Julio César Londoño, escritor
- Camila Cuasialpud Trejo, internacionalista
- César Giraldo, economista
- Samuel Jaramillo, economista
- Andrea Mejía, escritora
- Jairo Chaparro Valderrama, abogado
- Zenit Gómez Gómez, trabajadora social y artesana
- Jhon Bermúdez, administrador de empresas
- Elías Saad Cure, médico
- Rocio Gómez Gómez, médica
- Víctor Quintero, abogado
- Paola Salazar, arquitecta
- Natalia Berti, socióloga
- Eduardo Wills, Ingeniero civil
- Martha Madrid Melo, economista
- Jairo Orlando Villabona, administrador público
- Jorge Coronel, economista
- Óscar Morillo, economista
- Alcides Gómez, economista
- Dario Fajardo, antropólogo
- Carlos Martínez, economista
- Julián Sabogal, economista
- Rubén Dario Utris, economista
- Nancy Milena Hoyos, economista
- Darío Restrepo, economista
- José Guillermo García, economista
- Gustavo Junca, economista
- María Clara Ortíz Karam, economista
- Gloria González, economista