Una semana después de la primera vuelta, el representante de la nueva izquierda ha sumado apoyos, mientras que su rival ultraderechista debe enfrentar el rechazo a los dichos misóginos de sus propios militantes.

El 19 de diciembre Chile vivirá la etapa final del proceso electoral más trascendental —e incierto– desde el retorno a la democracia en 1990. Quien resulte presidente, ya sea Gabriel Boricrepresentante de la nueva izquierda (Frente Amplio) junto al Partido Comunista bajo el conglomerado “Apruebo Dignidad” o el ultraderechista José Antonio Kast (Partido Republicano – Frente Social Cristiano) deberá no sólo conducir al país tras la pandemia, sino que también el proceso constituyente con el plebiscito de salida donde se aprobará (o rechazará) la nueva Carta Magna que reemplazará a la de Pinochet.

Evidentemente hay grandes diferencias entre ambos: Boric (25,83% de votos en la primaria del domingo pasado) fue fundamental en este último proceso, tras liderar la firma del acuerdo por la Paz en noviembre de 2019 a un mes del Estallido Social que llevó a más de un millón de chilenos a salir a las calles a protestar contra el gobierno de Piñera (y la clase política en general). Pinochet»>Kast (27,91%) en cambio explícitamente se ha manifestado a favor de continuar con la constitución de 1980, redactada en plena dictadura de Pinochet si es que la nueva propuesta “es mala”. 

Pero más profundamente, la candidatura de Kast, que tiene mucho de esa demagogia de derecha típica de políticos como Trump o Bolsonaro, que propone brutalidades como cavar zanjas para que no entren más migrantes al país, mano dura a la delincuencia, cerrar el Instituto de Derechos Humanos, perseguir a disidentes políticos, negarle derechos a la comunidad LGBT+ o a las mujeres solteras. Boric, en contraste, se ha centrado en un cambio de modelo de la economía, enfocándose en cambios impositivos y reforzando la ciencia, el feminismo, el medio ambiente y la concepción de un “Estado cuidador”. Justamente este último, al descuidar el tema de la delincuencia y la migración, permitió que el discurso de Kast arrasara en la Araucanía o que ser sobrepasado por el candidato Franco Parisi (12,80%) en el norte, en la gran sorpresa de la jornada electoral la semana pasada. Un candidato que sólo mediante redes sociales y sin pisar Chile (debido a una orden de arraigo por n o pago de pensión alimenticia) logró capturar casi 890.000 de votos con un discurso en contra de los políticos tradicionales y fuertemente individualista.

Aunque se ha repetido hasta el cansancio que el candidato que obtiene la primera mayoría en la primera vuelta también gana la segunda, las encuestas —que ya habían acertado dando por ganador a Kast— ahora señalan que Boric lograría torcer la tradición. Así, por ejemplo la Pulso Ciudadana señala que el candidato de izquierda obtendría 40,4% de las preferencias por sobre el ultraderechista que se quedaría con un 24,5%.

Boric en alza

Esto marcaría una semana de aciertos comunicacionales para Boric que corregirían ciertos tics, que en su equipo de campaña impedían conquistar el voto de los adherentes a los otros candidatos -sobre todo de izquierda como Marco Enriquez-Ominami o Yasna Provoste, aunque ambos junto al Partido Socialista ya se cuadraron con su candidatura- pero también de aquellos que no participaron, como por ejemplo el usar el clásico “compañeros” y “compañeras”. 

Durante esa semana Boric, además de incorporar expertos para ocuparse del área económica, ha preferido usar el “chilenos” y “chilenas”, hablar sobre seguridad y migración, no atacar directamente a Kast y obtener el apoyo de actores políticos relevantes como el del ex presidente Ricardo Lagos quien en una entrevista radial señaló que las cosas que ha dicho Kast “no están en la tradición de Chile, no creo que sea bueno para Chile esa opción».  En cambio, sobre Boric señaló; «Tenemos al frente una inseguridad de si puede alguien como Boric reencauzar el orden, ese tema es muy central. Hay que destacar que él se atrevió solo a firmar el acuerdo del 15 de noviembre (…) lo que soy, lo que es mi historia, mi pasado, obviamente que en esta coyuntura tengo que decir Boric“”.

También se sumó la presidenta del colegio médico, Izkia Siches, señalada por la revista Time como una de las 100 líderes para el futuro y un rostro crítico de las políticas públicas del presidente Sebastián Piñera con que se ha enfrentado pandemia. Ella renunció a la institución con una potente carta, subida a sus redes sociales donde señaló: “yo misma me sorprendo de mi decisión, irme no estaba en mis planes, pero las cosas importantes nos exigen grandes desafíos, grandes sacrificios. Hoy siento que todo es clarísimo, que miro la cara de mi hija y sé lo que debo hacer. Es mi deber, camino por una ruta que nunca he pisado, por eso camino con calma, porque no me mueve el miedo ni el temor, sino que me mueve la esperanza

Justamente ella lo acompañó en un gran acto en la comuna de Maipú, la segunda más poblada del país, donde Boric apenas tenia espacio para moverse y que marca el puntapié inicial de una nueva etapa donde se espera el apoyo explicito de la presidenta Bachelet, además de la llegada de otros actores que muevan los votos que el candidato debe ganar fuera de Santiago.

Kast en aprietos

Aunque Kast dice que sus críticos lo muestran como una caricatura, hay evidencia comprobable como los dichos del diputado electo Johannes Kaiser del Partido Republicano en un video que fue rescatado de las redes sociales donde señalaba: «Las mujeres dejan de ir al parque a trotar porque tienen miedo a inmigrantes que las pueden violar, pero siguen votando por los mismos partidos que están trayendo a esa gente y tu realmente te preguntas si el derecho a voto fue una buena idea”. Tales dichos, además de traerle problemas a Kast hizo que Kaiser renunciara a la colectividad (aunque no a su cargo).

Además a principios de semana, Kast debió salir con resguardo policial en la populosa comuna de Lo Espejo tras una fallida visita a un paciente del sistema público de salud donde iba a dar el puntapié a esta segunda etapa de campaña que ha estado marcada por cierta “moderación” de su discurso, donde ya no va a cerrar el Ministerio de la Mujer y donde sigue apostando por los discursos de seguridad y control de migración.

Esto, por supuesto, no significa que su posición haya perdido fuerza. Al contrario, el oficialismo y los economistas de derecha ya apostaron por él e incluso la ministra de salud, Paula Daza, se integró a su comando (renunciando temporalmente y sin sueldo) tratando de “competir” con el efecto de Siches.

Las próximas batallas entre los candidatos serán el próximo domingo con el inicio de la franja electoral (que se extenderá hasta el 16 de diciembre). El debate televisivo por otra parte, está programado para el 13 de diciembre. 

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