Al menos 50 personas cercanas al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, incluidos su esposa, hijos y hermanos, estuvieron entre los seguidos mediante el programa de espionaje Pegasus, creado por una empresa israelí, que también ha sido usado para espiar a centenares de periodistas, políticos, activistas de derechos humanos y líderes empresariales en todo el mundo.
La esposa, hijos y hermanos del mandatario mexicano estuvieron entre las personas seguidas por Pegasus entre 2016 y 2017, antes de las elecciones en las que AMLO resultó ganador.
Una vez instalado en un smartphone, el programa espía Pegasus de NSO Group puede recuperar mensajes, fotos, contactos e incluso escuchar llamadas y activar remotamente el micrófono y la cámara del móvil. La empresa que lo creó, NSO Group, fue fundada en 2011 por exmiembros de una unidad del ejército israelí especializada en ciberguerra.
En Israel, este programa es considerado como un «arma» y para ser vendido a los servicios secretos de otros países debe obtener el visto bueno del Ministerio de Defensa israelí.
Según The Guardian, uno de las 16 organizaciones de prensa involucradas en la investigación, el análisis de los datos sugiere que el país cliente de NSO donde se seleccionaron más números telefónicos fue México, con más de 15 000.
Los objetivos en México incluían teléfonos de periodistas, activistas y expertos de derechos humanos que investigaron la desaparición de 43 estudiantes normalistas en 2014 en Guerrero.
La denuncia, publicada en La Jornada, The Guardian, Le Monde, The Washington Post y otros medios de prensa y agencias de noticias internacionales, precisa que, en 2017, Citizen Lab, un grupo de investigadores de la Escuela de Asuntos Globales Munk, de la Universidad de Toronto, reveló que civiles en México habían sido atacados por el software Pegasus, que la firma israelí de espionaje NSO Group solo vende a gobiernos.
Tres antiguos miembros de la famosa unidad 8200 del ejército israelí, especializada en ciberguerra, fundaron NSO. La empresa cuenta con unos 200 empleados, la mayoría de ellos también de los servicios de inteligencia electrónica.
Pegasus es su producto más famoso. El software malicioso se introduce secretamente en un teléfono móvil y secuestra todos sus datos, incluidos correo electrónico, documentos o fotos. Además, este troyano puede activar de forma remota y sin ser detectado el micrófono y las cámaras del teléfono.
Instalaciones de NSO, cerca de Tel Aviv, Israel. Foto: AFP.
Pegasus puede ser instalado en un teléfono a través de vulnerabilidades en aplicaciones de uso común o engañando al usuario para hacer clic en un link malicioso.
El software malicioso se vende, según fuentes de prensa, a 25 000 dólares por teléfono pirateado. Varias víctimas han demandado a la empresa israelí.
Así lo hicieron Facebook y WhatsApp, que aseguran que Pegasus se aprovecha de un fallo en su sistema de mensajería.
NSO Group se defendió declarando que el programa se vende exclusivamente a organismos gubernamentales para luchar contra el terrorismo y las acciones delictivas.
Pero según la investigación de organizaciones y medios de prensa, una lista de 50 000 teléfonos seleccionados por clientes de NSO Group para ser vigilados, incluían los números de al menos 180 periodistas, 600 políticos, más de 80 activistas de derechos humanos y 65 líderes empresariales en varios países del mundo, sobre todo en India, Marruecos, Arabia Saudí, Togo, Hungría y México.
En México, la Secretaría de la Defensa Nacional y la entonces Procuraduría General de la República fueron clientes de NSO Group durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, precisó The Guardian.
El consorcio de medios de comunicación que ha llevado a cabo la investigación revelará en los próximos días nombres de personalidades de la lista. Sus periodistas se reunieron con algunas de las personas señaladas y recuperaron 67 teléfonos, que fueron sometidos a evaluaciones técnicas en un laboratorio de Amnistía Internacional.
Indignación mundial por espionaje con Pegasus
Medios de prensa, Gobiernos, la Unión Europea y organizaciones defensoras de derechos humanos expresaron su indignación este lunes por el espionaje mundial a activistas, periodistas y políticos a través del programa informático Pegasus, de la empresa israelí NSO Group.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, reclamó una mejor “reglamentación” de las tecnologías de vigilancia.
Las revelaciones aparecidas en la prensa sobre el uso de este “confirman la necesidad urgente de reglamentar mejor la venta, la transferencia y el uso” de estas tecnologías de vigilancia, dijo en un comunicado.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que este escándalo “tiene que comprobarse, pero si ese fuera el caso, es completamente inaceptable”.
Gabriel Attal, portavoz del Gobierno francés, afirmó que “se trata de unos hechos muy chocantes y que, si se comprueba que son ciertos, resultan extremamente graves”.
Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, dijo en un comunicado que las revelaciones publicadas este domingo en varios medios de prensa, resultado de una investigación, “echan por tierra cualquier afirmación de NSO de que tales ataques son poco frecuentes y obedecen a un uso fraudulento de su tecnología”.
Añadió que, “aunque la empresa afirma que su software espía solo se utiliza en investigaciones penales y de terrorismo legítimas, está claro que su tecnología facilita la comisión de abusos sistemáticos. NSO dibuja una imagen de legitimidad mientras saca provecho de violaciones de derechos humanos generalizadas.
“Hasta que esta empresa y la industria en su conjunto puedan demostrar que son capaces de respetar los derechos humanos, se debe suspender con carácter inmediato la exportación, venta, transferencia y uso de tecnología de vigilancia”, consideró.
(Con información de La Jornada, The Guardian, AFP y Reuters)
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