La grupación feminista francesa Femen organizó una protesta dentro del Museo de Orsay bajo la consigna “La obscenidad está en tus ojos”. 

Sigue el repudio hacia el Museo de Orsay en París después de que guardias de seguridad de la institución le pidieran a una estudiante que cubriera su escote para ingresar. La joven contó lo sucedido en una carta que subió a Twitter junto con una foto del vestido que usaba en ese momento. Aunque autoridades del museo hicieron público su pedido de disculpas, una agrupación feminista se manifestó el domingo en el interior de la galería y miles de usuarios se sumaron a la denuncia a través de redes sociales.

La semana pasada, una joven publicó una carta abierta al Museo de Orsay en sus redes sociales contando que los guardias de seguridad le habían pedido que se pusiera una chaqueta para cubrir su escote como requisito para entrar al edificio ubicado en París. “Me sentí derrotada, obligada, avergonzada, tengo la impresión que todo el mundo observa mis senos, que yo no soy más que mis senos”, escribió la estudiante que se identifica como Jeavnne en Twitter.

En la carta, la joven contó que “no me dejaban entrar, pero nadie me decía por qué”. “Me miraban el escote y ese es todo el gesto que hacían”, relató. Finalmente, los guardias de seguridad le pidieron que se pusiera la chaqueta que ella tenía en la mano. En un primer momento, Jeavnne se negó, aunque finalmente se sintió obligada a ceder al pedido de los agentes.

La estudiante también señaló que las pinturas y esculturas expuestas en el museo muestran tanto a hombres y mujeres con poca o nada de ropa, lo cual tildó de contradictorio. “Su doble moral no debería ser un obstáculo a mi derecho al acceso de la cultura y al conocimiento”, sentencia el final de la carta.

El tuit de Jeavnne, que está acompañado con una foto en la que usa lo que ella llama “el vestido de la discordia”, fue replicado por miles de usuarios de la red social. Las autoridades del museo emitieron rapidamente una disculpa: «Lamentamos profundamente este incidente y pedimos disculpas a la afectada». Sin embargo, eso no fue suficiente.

El domingo pasado, integrantes de la agrupación feminista francesa Femen organizaron una protesta dentro del Museo de Orsay bajo la consigna “La obscenidad está en tus ojos”. Veinte activistas ingresaron en el museo y se descubrieron el torso, donde tenían escrito “Esto no es obsceno”.

«Para estos agentes es problemático llevar un vestido escotado. En cambio no les supone un problema mirar fijamente a una mujer a los pechos y no a sus ojos y juzgar su vestimenta», criticó Femen en el posteo que hizo en sus redes sociales. La agrupación feminista remarcó que durante el verano la policía sancionó a mujeres en las playas francesas por mostrar sus pechos, pese a que estaba permitido.

Las integrantes de Femen, además, se refirieron a un sondeo realizado por el Instituto Francés de Opinión Pública a finales de julio según el cual un 20 por ciento de los franceses piensa que si se marcan los pezones de una mujer por no llevar corpiño debería considerarse un atenuante en caso de agresión sexual.

«Por estas razones hemos decidido ocupar la entrada principal del museo, exponiendo nuestros cuerpos y nuestra indignación entre obras de arte para gritar alto y fuerte: Nuestros cuerpos no son obscenos», explicaron y pidieron que se dejen de sexualizar los cuerpos de las mujeres.

La denuncia de Jeavnne también ha sumado incluso el apoyo de la exsecretaria de Estado para la Igualdad y ministra delegada de Ciudadanía, Marlène Schiappa.

Miles de usuarios de las redes sociales también manifestaron su apoyo a Jeavnne. Algunos publicaron fotos de piezas de la colección del museo, como El desayuno en la hierba de Édouard Manet y El origen del mundo de Gustave Courbet, para destacar la contradicción de los funcionarios del museo donde se exhiben cientos de obras con desnudos.

Otros utilizaron el hashtag #Lundi14Septembre para publicar fotos en apoyo a la estudiante, en muchos casos a través de selfies con ropa que, según insinuaban algunos, también les hubiera impedido el acceso al Museo de Orsay.

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